Vengo de la tierra del helado de dulce de leche. Dulce de leche, dulce de leche con dulce de leche, dulce de leche granizado, dulce de leche con brownie, dulce de leche con coco y así podemos seguir. Sin embargo, tengo una gran debilidad por un sabor que en Buenos Aires es muy difícil de encontrar: nocciola (así se dice avellana en italiano). Lo conocí hace ya varios años, entre la temporada que pasé viviendo en Alemania en el 2006 y algunos viajes cortos a Italia durante ese año. Adoro la avellana, y qué decirles de ese fruto vuelto helado…
En São Paulo nos reencontramos –el sabor nocciola y yo– de la mano de una de las mejores heladerías de la ciudad (por no decir la mejor): Bacio di Latte. La primera vez que entré y vislumbré en sus vitrinas ese sabor tan anhelado, tuve que pedir todo mi helado de un solo gusto: nocciola, claro. Se imaginan lo fácil que fue convertirme en habitué de la heladería (en portugués, sorveteria).
Bacio di Latte tiene una gran cantidad de sucursales desparramadas por todo São Paulo: por Jardins, Moema, en algunos de los shoppings principales de la ciudad, por Vila Madalena, etc. Todos los locales cuentan con mesas en el interior y algunos también poseen mesas externas. Predomina la decoración en color blanco combinada con madera. En sus estanterías pueden verse algunos libros sobre chocolate y helados, latones con flores y hasta avellanas en su estado natural.
Los fines de semana es habitual ver filas interminables de persona esperando para comprar sus helados. Muchos se quedan a saborearlos en el propio local, y otros compran helado para llevar.
Los helados están a la vista: varias opciones de chocolates (amargo, con más leche, con cacao de diferentes procedencias), coco, maracuyá, tapioca (si bien es típico encontrar ese sabor en algunas regiones de Brasil, no lo es en São Paulo), pistacho, gianduia crocante, cremino (de mis preferidos, una base de crema con nutella!), limón siciliano, tiramisú, dulce de leche (no me gustó, no tiene nada que ver con el argentino), entre otros. Y el gran nocciola, por supuesto. Se pueden pedir en casquinha (cucurucho) o bien en copinho (vacito) y los precios varían entre R$ 9 y R$ 13 aproximadamente (precios de agosto de 2014).
Además sirven café (marca illy) que siempre viene acompañado con una pequeña bocha de helado en un recipiente separado y ofrecen opciones de pastelería para acompañar (croissant, tarta de manzana, tarta de nueces).
Para los amantes del helado que andan por São Paulo, no se pierdan los de Bacio di Latte. Sabores originales, ambiente agradable y una calidad excelente. Y si conocen alguna otra heladería por la zona, siempre se aceptan sugerencias para conocer nuevos lugares.
¡Hasta el próximo helado!
Bacio di Latte
http://www.baciodilatte.com.br
Varias sucursales en São Paulo: Moema, Jardins, Vila Madalena, shoppings, etc. También hay carritos de helados en los aeropuertos de Guarulhos y Congonhas.
Que rico! Me encanta el helado y donde haya un buen dulce de leche ahí me quedo, voy buscando el mejor.
Andrea,
http://conmicafe.wordpress.com/2014/07/30/helado-de-chocolate/