Falta un día para que empiece el Mundial, a Copa do Mundo Brasil 2014. Muchos son los interrogantes que sugiere esta Copa: especulaciones, malversación de fondos, la FIFA, obras a medio terminar, presiones internacionales y la lista sigue. El negocio del fútbol, cómo si fuera una primicia. Quizás lo novedoso sea el escenario: Brasil, referencia mundial por el amor al fútbol. Sin embargo, la sociedad cuestiona: Copa, pra quem?
Entre tanto revuelo, los últimos preparativos, el descontento social y la llegada de miles de turistas, varios son los indicios que pude ir percibiendo en las calles de São Paulo que señalan –pese a todo– el pronto inicio de este gran evento futbolero.
Las primeras banderas colgadas en las ventanas de los edificios, autos con banderines al viento y bares que despliegan una decoración nacionalista. Tampoco faltan las publicidades en la vía pública con temáticas del Mundial (marcas como Coca-Cola siempre presentes), ni los vendedores ambulantes que dejan a un lado sus productos habituales para sumarse a la efervescencia de este acontecimiento.
Indicaciones en el metrô de cómo llegar al Estadio Arena Corinthians o al FIFA Fan Fest, que se va a ubicar en el centro de São Paulo, así como algunos carteles extras en las autopistas remarcando los caminos hacia el aeropuerto de Guarulhos. Las tapas de diarios y revistas, hinchas caminando por las calles con camisetas de diferentes países (conté México, El Salvador, Australia, Chile, Inglaterra, Irán, entre otros) y pizarras de bares anunciando los horarios de transmisión de los juegos.
La Copa materializada en el tejido urbano paulistano.
Ahora, es hora de jugar.