Hace algunas semanas conocí uno de los lugares que tenía pendiente desde mi llegada a São Paulo: el Sesc Pompeia, una antigua fábrica transformada en espacio cultural y de recreación ideado por la arquitecta Lina Bo Bardi en la década del ‘80. Había recibido la visita de una muy buena amiga y me pareció una excelente oportunidad para aventurarme a conocer este increíble lugar.
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Qué decirte… ¡es realmente soñado el lugar!. Desde que pisé la calle interna que recorre los diferentes galpones sentí una energía especial en el aire. Cada ladrillo, cada color, cada adoquín, cada ventana, cada forma. Personas leyendo, chicos jugando, algunos hombres durmiendo. Un espacio vivo, feliz. Y para mí, calma en el medio de São Paulo.
Sobre el Sesc Pompeia
Como ya comenté, el Sesc Pompeia es un centro cultural y de recreación ubicado en el barrio de Pompeia en la ciudad de São Paulo. Cuenta con espacio para exposiciones, shows musicales, sala de teatro y ofrece cursos de todo tipo (desde cerámica y arte textil, hasta fotografía y nuevas tecnologías), además de dictar clases de gimnasia y tener una pileta de natación. La mayoría de estas actividades son aranceladas pero con valores bien accesibles y a veces existe una diferencia entre socios y no-socios del Sesc, así como descuentos considerables para estudiantes y jubilados.
*Sobre el Sesc: Caso no estés familiarizado/a, el Sesc (Serviço Social do Comércio) es un ente privado brasileño apoyado y financiado por el sector de comercio y servicios que cuenta con centros culturales, deportivos y recreativos orientados a la sociedad civil en varias ciudades de Brasil. Y uno de los mayores y más reconocidos es justamente el Sesc Pompeia en São Paulo.
Además el Sesc Pompeia tiene numerosos espacios abiertos donde las personas pueden sentarse a descansar, compartir, charlar, leer, jugar, estudiar o cualquier actividad que se les ocurra. El ingreso es totalmente gratuito y abierto al público en general. Según lo que leí para Lina Bo Bardi era de vital importancia en este proyecto generar espacios de encuentro para la comunidad local. ¡Y lo consiguió!.
Uno de los espacios principales es el galpón que se encuentra bien en la entrada del Sesc Pompeia. Sólo observándolo te invita a querer entrar y pasar horas allí. En su estructura aún se vislumbra su pasado fabril: los techos altos, las vigas de metal, las columnas, los ladrillos. Estas huellas se repiten en muchos de los rincones del Sesc Pompeia: la memoria del edificio en su estado y uso contemporáneo.
Otro espacio comunitario dentro del Sesc Pompeia en São Paulo es el patio que se ubica al final de la calle interna que recorre la antigua fábrica. Reposeras, un deck de madera y algunas enredaderas que cuelgan entremezcladas con flores y tejidos de macramé. Tanto este lugar al aire libre como el galpón de la entrada son felizmente aprovechados y llenos de vida: abuelos, niños, jóvenes y señoras descansando, leyendo, jugando al ajedrez y caminando por ahí. Es un verdadero placer sentarse en cualquiera de los dos espacios para pasar el tiempo, charlar un poco con un/a amigo/a o perderse en las páginas de algún libro. Uno/a se siente muy acogido/a, bienvenido/a por el entorno.
También, en la entrada del Sesc Pompeia, hay un restaurante donde se puede almorzar y una cafetería con mesas al aire libre para tomar un rico café acompañado de un pão de queijo o un brigadeiro de colher.
Me imagino el desafío que debe haber sido para la arquitecta Lina Bo Bardi y su equipo remodelar una fábrica y transformarla en espacio público y cultural. Las horas que pasaron diseñando, proyectando, construyendo y deshaciendo. Pensar cada detalle con criterio, con atención, para este espacio soñado. Conversar con los vecinos, observar cómo usaban la fábrica abandonada (porque antes de ser Sesc, el espacio ya estaba siendo aprovechado en cierta forma por las personas del barrio) y también proponer y construir nuevos rincones para generar espacio para prácticas impensadas y futuras.
A Lina Bo Bardi no se le escapaba nada. Hasta los muebles que fueron colocados en el galpón de la entrada y en otros ambientes (¡las famosas sillas!) fueron diseñados pensando en el uso y en las personas que habitarían el Sesc Pompeia. Y otro detalle no menor: Lina Bo Bardi montó la oficina de ella y de su equipo dentro de las instalaciones durante la revitalización de la fábrica para achicar el umbral entre proyecto y realidad. Poder ir viendo en el día a día lo que sucedía en durante esa mutación de antigua fábrica para centro cultural. Realmente un estilo de gestión y una mirada sobre la arquitectura revolucionarios para su época.
Me gustaría decirle gracias a Lina Bo Bardi, que su trabajo me encanta, que me transmitió paz y alegría el día que lo pisé y todas las veces que he vuelto desde entonces (que no son pocas…). Que el Sesc Pompeia llena de vida a São Paulo y no es solamente por las actividades propuestas por el propio Sesc, sino que los paulistanos también se han apropiado con mucho amor del espacio que proyectó. Y que su mirada, la de Lina, aún reina en aquella antigua fábrica.
Sesc Pompeia | Informaciones prácticas
Sesc Pompeia | Dirección
Horario | De martes a sábado de 10 a 22 horas. Domingo de 10 a 19 horas.
Entrada | El ingreso es gratuito. Algunos talleres, actividades y espectáculos son arancelados.
Programación Sesc Pompeia| Para conocer la programación del Sesc Pompeia te sugiero que ingreses en su sitio web oficial. Allí vas a poder ver todas las exposiciones, actividades, talleres y shows programados para los próximos días.
Cómo llegar | Tomar el subte/metrô de la Línea 3 – Roja hasta la estación Marechal Deodoro o Barra Funda. Al bajar tomar el ómnibus 8000-10 (dirección Terminal Lapa) que te deja en la Avenida Francisco Matarazzo a pocos metros del Sesc Pompeia. A la vuelta hay una parada de ómnibus enfrente de la puerta del Sesc Pompeia. Varios de esos ómnibus te llevan a las estaciones de metrô Barra Funda y Marechal Deodoro.
Otras lecturas | Si querés conocer un poco más de la historia del Sesc Pompeia te recomiendo leer esta nota en portugués escrita por el arquitecto Marcelo Ferraz.
3 thoughts on “Sesc Pompeia, fábrica de cultura”