La Usina del Arte es uno de los principales espacios culturales de Buenos Aires. Ubicada en pleno barrio de La Boca, fue inaugurada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entre los años 2011 y 2012 para ser parte de la amplia oferta de museos y centros culturales que hay en la ciudad.
La agenda que propone es variada y apunta a toda la familia: conciertos, exposiciones, artes visuales y más actividades.
Cuando uno llega a la Usina del Arte lo primero que impacta es su arquitectura. Imponente, no se ve en cada esquina de Buenos Aires. Parece un palacio de ladrillo, naranja intenso, inmenso. Desde el patio de ingreso podemos ver una torre-reloj en lo alto, además de una escalinata trabajada, ventanas y ventanales de todos los tamaños y formas.
¿Qué es este lugar? ¿Cómo llegó acá?
El nombre la Usina del Arte no es casual: el edificio donde se encuentra el centro cultural pertenecía antiguamente a la Compañía Italo Argentina de Electricidad, que providenciaba energía eléctrica a los hogares porteños durante el siglo pasado. Fue diseñado por el arquitecto italiano Juan Chiogna con un fuerte estilo neorrenacentista florentino. Ubicado en la antigua zona industrial de la capital, durante varios años albergó a la usina más moderna de Buenos Aires.
Con la caída de actividad en la zona, los cambios de empresas responsables por el suministro eléctrico y otros vaivenes sociales, políticos y económicos, el predio se fue deteriorando y estuvo por varios años abandonado hasta que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires asumió la tarea de restaurarlo para así conseguir re-habitarlo. Claro que habría algunas transformaciones: la usina ya no estaría volcada a la producción eléctrica, sino que sería ocupada por una extensa programación cultural gestionada por el propio Gobierno. Esta vez sería otro tipo de luz la que iría a irradiar, la luz viva del movimiento cultural de Buenos Aires.
Y así nace la Usina del Arte.
Al visitar el espacio podemos reconocer cómo fue reaprovechada la antigua edificación para crear un ambiente cálido y luminoso permitiendo recibir diferentes festivales culturales, exposiciones, obras teatrales y principalmente conciertos (cuenta con dos salas destinadas a ese fin, proyectadas con una acústica de primera calidad). Ladrillos, vigas de metal, ventanas, escaleras y techos altos. Existen diversas salas abiertas y cerradas, amplios corredores, todo ambientado dentro de esa enorme estructura antigua.
La Usina del Arte es un claro ejemplo de cómo las ciudades se van reacomodando, adaptando sus espacios a las nuevas demandas y deseos de la sociedad actual. Lugares que antes estaban destinados a una actividad ahora dan lugar a otra. De la industria eléctrica a la industria cultural. Difícil analizarlo en un sólo caso, pero no podía dejar de mencionar a la Usina del Arte como ejemplo de esas transformaciones que vivieron y viven muchas metrópolis como Buenos Aires (podríamos pensar también a Puerto Madero como antiguo puerto y almacen, ahora vuelto polo gastronómico y de paseo). Resignificación de espacios, puesta en valor de patrimonio que ha perdido su funcionalidad original y la ciudad cultural vuelta mercancía. Para reflexionar.
La Usina del Arte | Informaciones prácticas
La Usina del Arte | Dónde
Cómo llegar | Los colectivos 20 y 130 (entre otros) te dejan prácticamente en la puerta de la Usina del Arte. Podés viajar en subte hasta la estación L. N. Além de la línea B y a la salida de la estación tomar esos dos colectivos hasta la Usina del Arte
Entrada | La entrada a la Usina del Arte y a sus exposiciones es gratuita, así como a los conciertos y espectáculos. Para algunas actividades es necesario reservar entrada a través de su Web
Visitas guiadas | En los fines de semana hay visitas guiadas a la Usina del Arte. Yo la hice en marzo de este año y valió mucho la pena. En la Web del Gobierno hay más información sobre estas visitas
¿Conocés la Usina del Arte en Buenos Aires? Contame en los comentarios.