Rocola urbana, rocola de la vida


Decime qué viste en el cartel. 07:32, es tarde. Camino. Autos, personas. Velocidad mundo en expansión. Rojo, preciso cruzar, aprieto el botón para que de verde y atravieso la rua. Enchufada, auriculares fuxias y cantando. Buscando un mudo que pueda escucharte. Tengo frío en la cara y se me enreda la chalina de colores pastel. Sonrío, canto. Un viejo barre la vereda y un hombre sale entra las puertas de chapa. Me mira, sigo cantando y hay nenes con mochilas bajando apresuradamente de una combi blanca. Chocando autos de a pie en la ciudad. Vidriera de zapatos baratos, doblo a la izquierda, rua Domingos de Morais. Camino. Llevo el cuaderno, lapicera negra, tengo leído o Manifesto antopofago y llego tarde. No hay mucho tiempo para comprender. Dale verde, dejame cruzar. Pasos amalgamados. Camino, caminás, caminamos, donde haya hamacas en el corazón.

Metrô Paraiso, cold and frosty morning y bajo a pie la escalera mecánica por el lado izquierdo como corresponde. Tengo crédito en el passe escolar, lo controlé ayer. About the things caught in my mind. El negocio de ojotas ecológicas no abrió todavía. Paso el molinete, no hay tanta gente como esperaba. Un nene grita. Es viernes. Bajo, dirección Vila Madalena del metrô 2 – Línea verde. Yes I need more time. Vuelvo a bajar, segunda escalera. Una mujer adelante, también baja y baja. Fin. El andén repleto, está lotado.

Llevar mi mente muy lejos. No subo en el primero, ni a presión entro. Espero, minuto, minuto y medio, total… Me gusta tener tu risa. Mochila negra en el frente, sin golpear al señor de traje de adelante. Esperamos. Si los demás tienen prisa dejemos todo. No llego, ya está, 07:52 y la clase es a las 8:00. Subo al subte. Adentro, congestión urbana. Un cielo grande, mil estrellas. Cómo estará la combinación hoy, si tardo mucho…

Ya pasamos Brigadeiro. Busco un lugar en esta ciudad. Bolsos, animal print y polleras. Mochilas y maletines. Donde esconderme de la corriente que me lleva. Flequillo, gorro ridículo, pelo corto. El chico habla por celular y su papá juega con la tablet. ¿Jugará candy crush? No veo… Busco un refugio en el camino. Auriculares aislantes, ya casi llegamos a Consolação. En acordes. ¿De qué lado se baja? Una mujer con un casco de moto y un chico con buzo de capucha de Puma. Ven a mi cama, duerme conmigo. Bajo. Nanananana.

Tengo que combinar con la línea amarilla. Infinitas personas. No somos más que una gota de luz. Camino hacia la cinta mecánica. Una estrella fugaz. Siempre a la mañana, la que va de la línea verde a la amarilla está quieta, no te arrastra. Calma, todo esta en calma. Hileras mecánicas se embotellan, recién ahora liberan el otro corredor. No damos pie entre tanto tic tac. Brazos, piernas, cabezas, ropa, colores, cosas, ruidos. No hay luz, son corredores subterráneos. Sólo un grano de sal en el mar del cielo. Otra escalera mecánica, bajo, doblo a la derecha. Calma.

Son las 8, listo ya llegué tarde. Igual nunca arranca en hora. ¿Y si hoy empieza puntual? Esa tristeza que tienes. Somos hormigas, como las de Cortázar que se van a comer toda Roma. Deambulamos por cañerías. Mientras soñabas anhelos. El corredor que va en la otra dirección está congestionado, mejor no me quejo. Blanco, rojo, azul y amarillo. Culo de botella, un Engpass in der Produktion y ahora me vengo a acordar de las clases de economía en alemán del BBZ. Piensas, vagas y piensas. Pero somos hormigas eh.

Tarde, tarde, tarde. Taraataaataaa, buena intro. Anden, llega el subte y subo. Metrô sin motorista, confianza ciega en la máquina. Máquina y cuerpo, las clases de Ferrer y el seminario de informática. Ella usó mi cabeza como un revólver. Me quería sentar. La mujer se arregla su pelo en el reflejo, otra escribe mensajes de texto sentada (¿o será whatsapp?). La de al lado mío tiene cara de extrañamiento. Cara de extrañamiento, ¿cómo es la cara de extrañamiento? Me vi llegando tarde, tarde a todo. La que leía en el andén tiene auriculares y en la puerta hay una de anteojos de marco negro. Cuando la verdad es la palabra sometida. Maquilladas y yo a cara lavada. Son 08:09. Me senté al lado de un hombre en Faria Lima. El subte arranca, pitido antes, se cierran las compuertas. Se sigue arreglando el pelo en el reflejo. No creerías las cosas que he hecho por ella. Pantalón ajustado, chaqueta de pseudo cuero y unas chatitas blancas con moño, veo sus dedos. Look desaprobado.

Vagón vacío en Pinheiros. Me verás volar. ¿De vuelta Soda? La ciudad es Buenos Aires. ¿Qué es São Paulo? ¿Qué hago acá? Donde nadie sabe de mí y yo soy parte de todos. Última estación, bajo en Butantã. No soy la única que llega tarde, el chico de jean, remera verde y zapatillas negras va a la USP, estoy segura. Tiene cara de USP. Ya no hay fábulas. Subo. Infinito. Noticias del portal Terra en pantallas gigantes, ahora el horóscopo. Me dejarás dormir al amanecer. Líneas guían a la multitud, líneas en el piso. Los carteles, de colores. Y desaparecer entre la niebla.

Son 8:16, salgo a la superficie. Se va mi ómnibus circular, el 8012-10. Tengo que esperar el próximo. ¿Y mi BUSP dónde está? En mi billetera. De nuevo Soda Stereo, karma. Turururururur, tarareo. Se estaciona el próximo 8012-10. Subo, cuatro pasos, lector de tarjeta, paso la BUSP, luz verde, corro el molinete y me siento cerca de la salida. Son 08:20. Me da igual, me da igual. Alterno escritura touch con instantáneas de iPod. Se enciende el motor. En el comienzo fue un bing-bang y fue caliente. Una chica al lado mío tose, no quiero más virus. El abismo y la luna. Y la mujer sentada al lado mío tiene un tapado excesivo para el frío de hoy. Giro, la que tose contesta un mensaje y escucha música. ¿Será Soda? El reino de los cielos. “A renovação urbana em frentes portuárias” dice la hoja de la mujer-tapado-excesivo, muy turismo urbano. ¿Le habrán dado el texto de Cape Town de la semana pasada?.

Ya estamos andando. Sí. Ay te superaste y lo vi, canción que me genera buen humor. Salgo de este pozo. Casi no hay semáforos pero tránsito insoportable. Y ahora se inclina la balanza. Pienso en mi amiga Anto, ella me prestó este disco. ¿O fue un casette? Porque acá voy de nuevo, entero o a pedazos pero voy. Le dije que cuando vuelva íbamos a ver a Abril que revive con Cuentos Borgeanos. La rotonda y el chofer gira con ganas, menos mal que hoy estoy sentada. Voy aunque me quemes fuego. Es terapéutico escribir. Sonrío. Tan lejos oh, oh.. No levanto la vista del iPod ¿Alguien me mira? Todo estalla alguna vez. Entramos a la USP son 8:27. Quiero vivirla de este modo. Avenida arbolada, dos manos, más verde más árboles. Lomo de burro. Rotonda. Ya quiero pista. Cubierta de niebla, la facultad a lo lejos. Pasamos una fuente de agua. Cosas sin nombre a kilómetros de hoy.

Bajan chicos, creo que es la Facultad de Educación. ¿Otra vez?. Karma. Una eternidad esperé este instante. Y encima esta canción, en recuerdos quietos y la primera con la que hice narración-entre-cortada. Karma por dos. Debería saltearla pero no. Random es random, la magia de la lista aleatoria. Come de mí, come de mi carne justo para el Manifesto antropofago. Rotonda. La vida da rotondas. Menos mal. Se amontonan todos en la puerta, llegamos a la FFLCH pero hoy no me toca acá, sigo hasta la ECA. El dolor es veneno, nena. Son 08:31, tardísimo. La próxima bajo. Tomate el tiempo en desmenuzarme. Siempre empieza tarde esa clase, hoy no puede ser a excepción.

Instrumental y salgo del ómnibus. Camino. Es la parada de los bancos. Nuevos acordes, es la última. Sí, justo. Cosas que caen por su propio peso. Ja. Para terminar. Casualidad. La amo. Ni perder contacto con la realidad. Camino, pasaje angosto, árboles. Cruzo la calle. No se desde cuando estoy rompiendo cosas. La escuchaba a fin del año pasado, yo tan porteña que quería dinamitar todo. Instantáneas musicales. O que se corte la cuerda. Llegué, la parte de atrás del edificio central de la ECA y la mugre de la fiesta que seguro hubo anoche. Cenizas, botellas, papel y flores secas. Y desde acá caerme. Entro al edificio. Subo las escaleras hasta el segundo piso. Tengo miedo de crecer. Ingreso al aula, me siento. Tarde y la clase ni empezó. Genial. El que no arriesga no gana. 08:38, USP buen día!



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