Los días en Tandil
Estaba revisando mi archivo fotográfico y me encontré con las fotos de Tandil, una pequeña ciudad a unos 400 kilómetros de Buenos Aires, rodeada de sierras y verde, donde pasé casi dos semanas con mis papás, mi tía y mi primo este último enero.
Viajar a Tandil fue una hermosa forma de comenzar el año, de disfrutar en familia y de ordenar algunos pensamientos y sentimientos antes de mi mudanza a São Paulo. Recuerdo que previamente a empezar el viaje, muchos nos preguntaban: ¿qué van a hacer tantos días en Tandil?. Meses después les puedo responder: en Tandil se puede hacer todo lo que uno se imagine. Se puede respirar, se puede tomar sol, se puede caminar, escribir y se pueden comer unas picadas exquisitas (les sugiero leer un segundo post: Tandil para degustar). Hay almacenes al costado de la ruta, hay piedras sostenidas en las alturas, hay molinos de viento, girasoles y casas antiguas. También se puede leer, pasear, descansar, nadar, saborear y sonreír.
Tan cerca de Buenos Aires y tan distinta (bueno, qué novedad.. como ya conté en este post aquí, no hace falta irse tantos kilómetros para toparse con otras realidades distintas a las porteñas). Tandil es calma, es viento. Lleva otro ritmo. Tandil de enero estaba en sintonía con la Lucía de enero. Y como ya pronto otro enero se acerca, quería compartir con ustedes los días en Tandil pasados.
CÓMO VIAJAR A TANDIL DESDE BUENOS AIRES
En mi caso, a la ida viajé en micro y a la vuelta regresé en auto. El micro salió de la terminal de ómnibus de Retiro en Buenos Aires y me dejó en la terminal de Tandil (viajé con la empresa El Condor – La Estrella, pero hay varias que hacen el recorrido y con múltiples horarios). El viaje duró un poco menos de 6 horas, que me las pasé leyendo y haciendo anotaciones en mi cuaderno de lo que veía por la ventana, como por ejemplo: “Hay mucho campo en la provincia de Buenos Aires. A veces las vacas se ponen todas juntas debajo de unos pocos árboles. Es gracioso, todo un verde vacío y un amontonamiento en la sombra. ¿Cómo la ciudad y las personas?”.
La vuelta en auto es más rápida porque es directa, diferente del ómnibus que suele parar en algún pueblo por el camino. En auto tardamos menos de 5 horas de Tandil a Buenos Aires.
DÓNDE ALOJARSE EN TANDIL
Cuando buscábamos dónde alojarnos, encontramos un montón de opciones de hoteles y cabañas: en el centro, en alguno de los cerros que rodean la ciudad, hoteles más pequeños, cabañas boutique, algunas cadenas hoteleras, etc. En Tandil no faltan opciones de alojamiento, es cuestión de buscar un poco y encontrar lo que más se encuadra a nuestras pretensiones y necesidades.
Nosotros nos quedamos en unas cabañas un poco alejados del centro, pero cerca de la Avenida Don Bosco (que permite un rápido acceso). Como nos íbamos a quedar casi dos semanas, priorizamos tener un espacio propio más grande (comparando cabaña / hotel), verde, pileta para el calor de enero, silencio, la posibilidad de cocinar y estar alejados de la ciudad para conseguir apreciar mejor la vista de las sierras y los alrededores de Tandil. El placer de levantarse a la mañana y sentarse en un deck de madera, con cerros en el horizonte, a la hora del desayuno, no tiene comparación (y encima, en familia ♥).
QUÉ HACER Y QUÉ VER EN TANDIL
Dependiendo del tiempo que disponemos y nuestros gustos personales, les dejo a continuación algunas sugerencias de paseos y lugares que se pueden recorrer y visitar en Tandil.
– Complejo Cerro El Centinela
Es un cerro ubicado a 4 km del centro de Tandil, donde se encuentra una de las formaciones rocosas más llamativas y reconocidas de la ciudad. Además, cuenta con una aerosilla –que ofrece una vista panorámica de la región–, algunos locales de artesanías y productos regionales y un parador con un restaurant, sumamente recomendable.
Fue uno de los paseos que más disfruté, por el entorno verde, la roca gigante que aún hoy no entiendo como sigue en pie, los senderos de tierra y la oferta gastronómica.
– La Piedra Movediza
Es la postal más conocida de Tandil, la famosa y legendaria Piedra Movediza. Era una gran roca que pesaba unas 300 toneladas y se mantenía fluctuando en equilibrio, sobre uno de los cerros que contornean la ciudad. Y digo “era”, ya que cayó hace varios años (fue en 1912, aún pueden verse sus restos al pie de la sierra) y actualmente hay una réplica exacta en su lugar.
Vale la pena subir hasta el tope del cerro por la vista que se tiene, los campos alrededor y la ciudad un poco más alejada.
– Descansar, pensar y caminar
Si se alejan de la ciudad en dirección a las tantas sierras que rodean a Tandil, hay muchos lugares y rutas para caminar, sentarse a leer y llenarse de buenas energías. Solo o en compañía, Tandil se presta para “no hacer nada”, para deambular. Mirar, observar, espiar. Y en mi caso, sacar algunas fotos.
– Dique y Lago del Fuerte
Es un embalse artificial que se encuentra dentro de la ciudad. Tiene espacio para caminar, hacer picnic, andar en bicicleta y disfrutar del aire libre.
En el cerro a su lado se ubica el Monumento de Don Quijote y Sancho Panza, unas esculturas forjadas en hierro en homenaje a estos dos personajes literarios.
– Tandil para degustar
Si hay algo que ofrece Tandil, es una oferta culinaria regional realmente de excelencia. Almacenes antiguos, fiambres, comida de campo, restaurants en las sierras, dulces caseros. Tandil es una experiencia de sabores. Voy a hacer otro post más detallado con algunas recomendaciones sobre la propuesta gastronómica local. Si quieren saber más sobre la propuesta gastronómica local, les sugiero leer el post Tandil para degustar.
– Parque Independencia / Castillo Morisco
Es un parque ubicado cerca del centro de la ciudad, que ocupa la totalidad de un cerro de 286 metros de altura. En su cima fue construido el Castillo Morisco, una donación de la colectividad española residente de Tandil, en color blanco con detalles en amarillo y azul. Oficia de mirador de la ciudad, ya que desde allí se obtiene una vista panorámica y completa (tanto de día como de noche) con las sierras de fondo.
– Caminar por el centro
El centro de Tandil tiene varias edificaciones antiguas, naranjos en sus veredas, una plaza central arbolada y algunos aljibes perdidos. Vale la pena recorrer un poco, para conocer cómo es el ritmo de la ciudad y de las personas que viven en ella. El Palacio Municipal es una de las edificaciones más llamativas, con un patio trasero precioso, donde algunas noches hay espectáculos musicales.
– Monte Calvario
Cada estación y sus esculturas reflejan las diferentes situaciones que vivió Jesús en el camino hasta su crucifixión final. Rodeado de árboles de eucaliptos y pinos, es un lugar de peregrinación y el mayor monumento religioso de la ciudad.
OTRAS SUGERENCIAS
– Es recomendable ir con un auto o alquilar uno para poder moverse con libertad y poder conocer todos los atractivos que tiene Tandil. La mayoría no quedan directamente en la ciudad, no hay transporte público hasta ellos y son distantes entre sí.
– En verano hace calor, pero a la noche suele refrescar (viento fríooo). A mí me gustó ir en esa época, era un calor agradable para caminar y para aprovechar la pileta que teníamos en el cabaña; también dicen que primavera es una buena estación para ir. Ya invierno es otro tema.. por lo que charlé con algunas personas, hace mucho frío. Así que si no son amantes de las bajas temperaturas, mejor abstenerse.
Espero pronto poder volver a Tandil. Fue un lugar que me transmitió mucha paz, que me permitió descansar y juntar energías para todos los cambios que se avecinaban. Compartir con mi familia, caminar entre sierras y eucaliptos.
Post relacionados:
Tandil para degustar
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Hermosas las fotos fui muchas veces a Tandil. pero te falto quizás conocer la cascada, es bellísima, gracias por compartirlas con nosotros. hasta pronto!!
Qué bueno que te gustaron, Patricia! Me quedé sin conocer la cascada porque para la época de enero que fui, no había agua.. Será la próxima! Saludos!
Pingback: Tandil para degustar donde comer | de postales urbanas
Muy buena y completa tu publicación, llegué hasta acá buscando info sobre Tandil porque me gustaría conocer la ciudad, cada vez me interesa más. Excelentes fotos, Saludos!
Me alegro Martín!! Tandil es un lugar precioso, ojalá lo puedas visitar pronto. Saludos =)